Vinculando Argentina y África
En el 2017 con Argentina bajo el gobierno de Macri, abierto al comercio internacional, y Estados Unidos bajo Trump, momentáneamente enfocado en temas de política interna, existe una oportunidad importante para llenar el espacio dejado en este continente relativamente desconocido para el empresariado argentino.
Hablar de África como una sola entidad es caer en una generalización más que simplista y falaz ya que el continente consiste de 54 países independientes cada uno con su realidad social, económica y política.
Argentina tiene una oportunidad inmejorable de proveer asistencia técnica y cuasi-humanitario de una manera desinteresada desde las esferas gubernamentales y no-gubernamentales que a su vez puede ser aprovechado por las fabricantes argentinas de insertarse en esos mercados para llevar la población local desde una producción de subsistencia a una producción comercial competitiva.
Estos ámbitos que podrían ser contrapuestos en muchos casos tienen aquí la posibilidad de apoyarse mutuamente ya que un técnico o agro-industrial argentino, ingeniero agrónomo o alguien capacitado similarmente, involucrado en un proyecto de apoyo y cooperación gubernamental conoce ineludiblemente la realidad y metodología de trabajo vigente en la Argentina. Este conocimiento propio y transmitido tienen que ser apoyados por las empresas argentinas no con el fin ciego de enriquecerse a corto plazo si no con el objetivo de proveer maquinaria y tecnología para asegurar que cuando estas personas, hoy receptoras de ayuda gubernamental, conozcan y puedan elegir lo mejor que tiene para ofrecer la industria argentina y que no estén obligados a quedarse con lo que tengan a mano que en este momento suele ser productos chinos o de empresas multinacionales.
Hay mucho para hacer, personas capacitadas y dispuestas a ayudar pero hace falta una visión estratégica para ser el socio estratégico a largo plazo.